Es una expresión española del siglo XIII y se refiere a la persona que da muchos rodeos para explicar algo, que empieza a hablar de un tema pero termina hablando a otro.
La historia cuenta que el rey Fernano III mandó a uno de sus caballeros a vigilar los cerros de Úbeda, en Jaén. Sin embargo, el caballero no completó su misión, porque se enamoró de una morisca de la zona. Tiempo después,cuando el rey preguntó la razón por la cual no se había cumplido la misión, le dijeron que el caballero se había perdido por loos cerros de Úbeda. Así nació la expresión conocida.
Otra versión que cuando el ejercito cristiano al mando del rey Fernando III conquistó la ciudad de Úbeda, en Jaén, durante el año 1233 en lucha contra los almohades. El protagonista de la historia fue Álvar Fánez, apodado "el mozo" y que era uno de los capitanes del ejército cristiano. JUsto antes de comenzar el combate desapareció sin que nadie supiera donde estaba. Una vez conquistada la ciudad y pasado el peligri, Álvar Fánez reapareció. al preguntarle el rey Fernando III por su ausencia y en dónde había estado durante la contienda, contestó que se había perdido por los cerros de Úbeda. no se lo creyó y esto se tomó como una burda mentira. Parece que la realidad fue bien distinta. existen dos versiones de lo que realmente ocurrió: que había evitado la lucha por cobardía o que tuvo una supuesta cita por dichos cerros con una mujer musulmana. de ahí viene esta expresión que significa que alguien da rodeos para responder a alguna pregunta o divaga evitando contestarla.
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